English Version

Solidaridad con el pueblo colombiano - FIAN Internacional condena los ataques violentos a los manifestantes

FIAN Internacional condena firmemente el uso excesivo de la fuerza, incluida la fuerza letal, por parte de las fuerzas armadas del Estado colombiano en respuesta a las movilizaciones y protestas que tienen lugar en todo el país desde el 28 de abril.

Los asesinatos, las desapariciones forzadas, la violencia sexual, las detenciones arbitrarias y los ataques, incluidos los ciberataques contra la prensa y las organizaciones de derechos humanos, son profundamente preocupantes.

El día 5 de mayo, mientras la convocatoria a una nueva jornada de protestas pacíficas movilizó a la población colombiana a lo largo y ancho del país, siendo de nuevo cruelmente reprimida por el Estado, nuestra sección de FIAN Colombia fue víctima de un ataque cibernético que afectó su página web.  

Detrás de estas protestas se encuentran no sólo las reivindicaciones de desechar el proyecto de ley de reforma fiscal (retirado el 2 de mayo) y una reforma al Sistema de salud que profundiza su privatización, sino reivindicaciones más amplias en materia de derechos humanos. La sociedad civil ha estado denunciando la impunidad y la violencia sistemática contra los líderes sociales, campesinos, sindicales e indígenas que defienden los derechos humanos y piden reformas estructurales, incluida la plena implementación del Acuerdo de Paz de 2016.  

FIAN Internacional se une a los numerosos llamamientos de la comunidad internacional para que el Estado de Colombia inmediatamente:  

  • Cese el uso de la fuerza excesiva y arbitraria y respete los derechos a la libertad de reunión, la libertad de expresión y la libertad de asociación. Que cese inmediatamente la censura de los mensajes de denuncia del Estado; 
  • Cese la militarización de las ciudades y de la protección civil, que va en contra de las normas internacionales de derechos humanos; 
  • Cesar la acción articulada de las fuerzas militares con actores civiles armados que atacan a los y las manifestantes; 
  • Detener toda estigmatización y señalamiento, así como las acciones represivas, contra las poblaciones indígenas movilizadas en las protestas; 
  • Abstenerse de hacer uso de los alimentos o el tema alimentario como mecanismo generador de pánico y justificador de acciones que atenten contra los derechos humanos; 
  • Investigar todos los casos de uso excesivo y arbitrario de la fuerza y los ataques a los y las defensores de los derechos humanos, incluidos los anteriores a las protestas de este año, dotando de capacidades suficientes a la Defensoría del Pueblo y a la Fiscalía General de la Nación; 
  • Permitir la visita a Colombia de organismos internacionales independientes de derechos humanos para apoyar con el seguimiento e investigación de estos casos; 
  • Acelerar la implementación de todos los capítulos del Acuerdo de Paz de 2016, especialmente el capítulo uno sobre la Reforma Rural Integral, para combatir la violencia estructural, las desigualdades y el hambre y la desnutrición.