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Detener el ataque corporativo a las semillas y salvaguardar el derecho a la alimentación y la biodiversidad

Las semillas cultivadas por las personas campesinas y los Pueblos Indígenas durante generaciones están siendo atacadas por las corporaciones a través de las leyes de propiedad intelectual y la biotecnología, cuyo objetivo es ampliar el control corporativo sobre los alimentos.

Esto está provocando que muchas comunidades agrícolas pierdan el control sobre las semillas que cultivan y seleccionan en sus campos para alimentar a la mayor parte de la población mundial.

En un nuevo documento informativo, Es tiempo de políticas de semillas basadas en los derechos humanos: salvaguardando la biodiversidad y el derecho a la alimentación, FIAN Internacional advierte que las semillas son una cuestión urgente de derechos humanos. Proteger y promover los sistemas de semillas de las personas campesinas y de los Pueblos Indígenas es esencial para salvaguardar el derecho fundamental a la alimentación y a la nutrición y para proteger la biodiversidad mundial, que disminuye rápidamente.

Sólo cuatro empresas agroquímicas -Bayer-Monsanto, DowDuPont/Corteva, ChemChina-Syngenta y BASF- controlan más de la mitad del mercado mundial de semillas y tres cuartas partes del mercado mundial de pesticidas. Los regímenes de propiedad intelectual han contribuido masivamente a cimentar su dominio sobre las semillas y los sistemas alimentarios en general.

"Los gobiernos deben actuar urgentemente para proteger y promover los sistemas de semillas de las personas campesinas y los Pueblos Indígenas. Si las corporaciones logran obtener el control monopólico de las semillas, esto tendrá importantes repercusiones para todos nosotros", afirma el autor del documento informativo, Philip Seufert.

"A lo largo de milenios, las personas campesinas y los Pueblos Indígenas han desarrollado los cultivos y las variedades que todavía alimentan a la mayor parte del mundo. Sus sistemas de gestión de semillas garantizan que los cultivos se adapten a las cambiantes condiciones climáticas. Las corporaciones, por el contrario, están interesadas principalmente en generar ganancias, no en la realización del derecho a la alimentación y la nutrición. "

Los sistemas de semillas de las personas campesinas y los Pueblos Indígenas se enfrentan a la amenaza existencial de que las corporaciones obtengan derechos de propiedad intelectual sobre las semillas. Esto restringe el derecho de las personas campesinas y los Pueblos Indígenas a conservar, utilizar, intercambiar y vender sus semillas. La contaminación por organismos genéticamente modificados (OGM) y la apropiación y explotación ilegítimas de las semillas tradicionales a través de las patentes de secuencias genéticas también socavan los sistemas de semillas de las personas campesinas, al igual que el rápido crecimiento de los pesticidas, a menudo junto con la promoción a gran escala de semillas híbridas y OGM.

El documento de FIAN Internacional llega justo antes de la presentación ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU por parte del Relator Especial sobre el Derecho a la Alimentación, Michael Fakhri, de un innovador informe sobre las semillas y los derechos de los agricultores al que ha contribuido FIAN Internacional.

El Relator Especial acertadamente enfatiza que el acceso a las semillas y el control sobre ellas son fundamentales para la realización del derecho a la alimentación y, por tanto, del derecho a la vida. Las semillas campesinas e indígenas desempeñan un papel fundamental a la hora de permitir que las personas vivan con dignidad, alimentándose directamente de la tierra productiva y desarrollando la resiliencia ante los múltiples desafíos de la degradación medioambiental, el cambio climático, el desarrollo insostenible y la captura corporativa de los sistemas alimentarios.  

Estos sistemas de semillas también ofrecen soluciones a algunos de los mayores retos a los que se enfrenta el mundo hoy en día. Constituyen la base de prácticas agrícolas sostenibles y agroecológicas que conservan y promueven la biodiversidad, proporcionan dietas saludables y variadas y se adaptan más fácilmente al cambio climático.

FIAN Internacional insta a los Estados a adoptar leyes para proteger los sistemas de semillas de las personas campesinas y los Pueblos Indígenas. Sus obligaciones en materia de derechos humanos les exigen además que garanticen que todas las leyes de propiedad intelectual, los sistemas de certificación, las leyes de comercialización de semillas y las políticas de biotecnología respeten los derechos, las necesidades y las realidades de las personas campesinas y los Pueblos Indígenas.

Por último, los Estados deben adoptar medidas para la transición de los sistemas alimentarios a la agroecología, incluyendo la eliminación gradual de todos los pesticidas con efectos nocivos conocidos para la salud humana, ambiental y de los ecosistemas, empezando por la prohibición de los pesticidas altamente peligrosos.

Para más información, póngase en contacto con Philip Seufert en Seufert@fian.org

 

 

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