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¡Detengan la captura corporativa de la FAO!

En la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se está llevando a cabo una revolución silenciosa. Están concediendo a las corporaciones una influencia cada vez mayor a expensas de los Estados, las y los productores de alimentos a pequeña escala, los pueblos indígenas y la sociedad civil.

Este proceso amenaza la gobernanza democrática de nuestros sistemas alimentarios. En un nuevo informe, titulado La captura corporativa de la FAO: La creciente influencia de la industria en la gobernanza alimentaria mundial, FIAN Internacional y Corporate Accountability exponen el alcance de la colaboración de las corporaciones con la FAO y sus repercusiones negativas en la toma de decisiones a nivel mundial en un momento en el que la crisis alimentaria se recrudece.

“El proceso de apertura de la FAO a la colaboración con el sector corporativo no habría sido posible sin el apoyo de los Estados Miembros. Esos Estados son responsables de que la FAO se aleje de la defensa del interés público para consolidar aún más los sistemas alimentarios corporativos”, afirma Sofía Monsalve, Secretaria General de FIAN Internacional.

Entre los grupos corporativos que gozan de una condición de asociación favorable con la FAO se encuentran la Asociación Internacional de la Industria de los Fertilizantes y Croplife International, una asociación comercial mundial que cuenta con las mayores empresas de plaguicidas y semillas del mundo entre sus miembros, como Bayer, BASF y Syngenta. Esto representa un claro conflicto de intereses y agrava la actual crisis alimentaria mundial. Por ejemplo, la FAO está promoviendo una racionalización del uso de fertilizantes por medio de herramientas digitales, cuando debería estar impulsando la agroecología y una transición para abandonar los fertilizantes basados en combustibles fósiles.

Este informe se publica antes de una reunión del Consejo de la FAO en junio e incluye contribuciones de PAN Internacional.

La Estrategia de la FAO para la colaboración con el sector privado explícitamente menciona que su nuevo enfoque “para una colaboración revitalizada con el sector privado” irá más allá de un enfoque “defensivo” de salvaguardia de la integridad, imparcialidad e independencia de la Organización con un enfoque “proactivo” para la diligencia debida y facilitar el establecimiento de asociaciones.

No obstante, Corporate Accountability, FIAN Internacional y PAN pueden señalar una clara falta de transparencia en torno a la financiación de la FAO y las asociaciones corporativas, así como deficiencias en los procesos de diligencia debida y rendición de cuentas corporativa del organismo de las Naciones Unidas.

“Aunque cerca del 70 % del presupuesto de la FAO procede de contribuciones voluntarias que incluyen la financiación del sector privado, la FAO proporciona muy poca información disponible públicamente en la que se detallen las relaciones financieras con el sector privado y los donantes corporativos”, señala Ashka Naik, Directora de Investigación de Corporate Accountability.

En el informe se presentan estudios de casos de asociaciones activas de la FAO que ilustran cómo estas colaboraciones con el sector corporativo son incompatibles con el mandato y las prioridades de trabajo de la FAO. Estos casos son indicativos de una tendencia creciente a la captura corporativa de los organismos de las Naciones Unidas por medio del enfoque de múltiples partes interesadas, que da prioridad a soluciones favorables a las corporaciones para la transformación de los sistemas alimentarios. 

“El enfoque de múltiples partes interesadas implica que todos los actores con «interés» en una cuestión deberían tener la misma voz, independientemente de sus diferentes funciones, responsabilidades y desequilibrios de poder”, indica Monsalve.

“Esto lleva a una situación en la que los actores más poderosos pueden imponer su voluntad. La rendición de cuentas desaparece. Además, permite que el sector corporativo domine los procesos de políticas mientras que los Estados Miembros y la sociedad civil no tienen una participación significativa”.

La FAO y sus Estados Miembros deben detener la captura corporativa de la Organización mediante la revisión inmediata de las asociaciones existentes y la terminación de aquellas con conflictos de intéres; el aumento de la transparencia en torno a la financiación y la colaboración con el sector privado; así como a través  del fortalecimiento del presupuesto de la FAO con fondos públicos y la ampliación de los mecanismos de diligencia debida para abordar el deber de cuidado, la responsabilidad y los recursos.

También deberían establecer mecanismos eficaces para evitar los conflictos de intereses y reforzar la colaboración con las organizaciones de productores de alimentos a pequeña escala, los pueblos indígenas y la sociedad civil con miras a promover la soberanía alimentaria y la agroecología.

“La cooperación con el sector corporativo debe seguir reglas claras, permitir la transparencia y la imparcialidad, y establecer mecanismos claros de rendición de cuentas, en lugar de favorecer los intereses del sector privado”, indica Naik.

Para más información, contactar con monsalve@fian.org

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