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La comunidad internacional debe detener la instrumentalización de los alimentos y la hambruna en Gaza

El Programa Mundial de Alimentos se ha quedado sin suministros de alimentos en la Franja de Gaza, mientras Israel mantiene un bloqueo a toda la ayuda humanitaria en la región donde viven más de dos millones de personas. Esta situación no solo representa un grave abuso de poder – el genocidio en curso constituye un crimen internacional bajo el derecho humanitario y penal y debe ser detenido.

Al bloquear 116.000 toneladas métricas de alimentos en su frontera con Gaza – suficientes para proporcionar raciones básicas a un millón de personas durante cuatro meses – Israel y sus partidarios violan su obligación de respetar el derecho a la alimentación de la población palestina, impidiendo el acceso a alimentos adecuados necesarios para la supervivencia y una vida digna.

Nadie en Gaza tiene acceso a suficiente comida y agua. Algunos, incluidos niños pequeños, ya han muerto de hambre con miles enfrentando desnutrición aguda. La infraestructura agrícola y los cultivos de Gaza han sido diezmados, y los sistemas agrícolas han colapsado casi por completo. Las severas restricciones de combustible han paralizado la infraestructura hídrica y el suministro eléctrico, dejando solo energía limitada de paneles solares y generadores.

Los precios de los alimentos en la Franja de Gaza han aumentado un 1.400 por ciento desde la culminación del último alto el fuego, haciendo casi imposible que las comunidades afectadas aseguren alimentos asequibles. Esta crisis impacta no solo a la población actual sino que también amenaza gravemente la salud de las generaciones futuras y otros derechos relacionados.

Actualmente, los residentes en Gaza dependen principalmente de verduras enlatadas, arroz, pasta y lentejas, ya que productos básicos como carne, leche, queso y fruta han desaparecido prácticamente. El resultado es una deficiencia significativa tanto en la cantidad como en la calidad de los alimentos necesarios para cumplir con su derecho a una alimentación y nutrición adecuadas. Los niños se van a dormir hambrientos, según la ONU.

Esta grave escalada se deriva no solo de las hostilidades recientes sino también de la ocupación israelí, la opresión sistémica y las violaciones prolongadas de los derechos humanos del pueblo palestino. Estas incluyen la destrucción de infraestructura alimentaria y sanitaria, la restricción de suministros de agua, la destrucción ambiental y otras violaciones de derechos económicos, sociales y culturales – así como el derecho a la autodeterminación. Estas continuas violaciones han precipitado una catástrofe alimentaria y sanitaria que la comunidad internacional ha permitido que persista, incumpliendo sus obligaciones de garantizar el derecho a la alimentación dentro y fuera de sus fronteras y para las generaciones presentes y futuras.

La comunidad internacional debe actuar para corregir esta violación, adoptando todas las medidas necesarias para prevenir la instrumentalización de los alimentos y defender los derechos de la población en Gaza. Los Estados deberían cesar inmediatamente cualquier apoyo — ya sea militar, económico o político — a Israel y a las corporaciones transnacionales cómplices en este genocidio en curso.

A corto plazo, se insta a las naciones a desplegar esfuerzos diplomáticos para facilitar la entrega de suministros de alimentos actualmente bloqueados en la frontera. Sin embargo, estas medidas por sí solas están lejos de ser suficientes. La comunidad internacional debe restaurar los sistemas alimentarios locales y la infraestructura en Gaza, respetar el derecho de los palestinos a la autodeterminación y garantizar el acceso a alimentos, remedio y justicia. Es imposible realizar los derechos humanos y ejercer la soberanía alimentaria en el contexto del colonialismo de asentamiento y la ocupación.

El establecimiento del Grupo de La Haya es un paso positivo hacia la resolución de esta crisis, pero estados adicionales deben unirse a esta iniciativa y tomar inmediatamente acciones efectivas para garantizar justicia y paz para el pueblo palestino.

Para más información o consultas de medios, contacte a Ana María Suárez Franco: suarez-franco@fian.org

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