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Llamado a la acción para contrarrestar el impacto del COVID-19

Con la expansión del virus y las medidas para evitarlo agravando el hambre y la malnutrición en el mundo, FIAN Internacional lanza un llamado a la acción.

FIAN Internacional, en su actual cargo de secretario de la Red Global por el Derecho a la Alimentación y a la Nutrición (RGDHANA), expresa su preocupación por la actual situación mundial desencadenada por la pandemia del COVID-19. La rápida expansión del virus está agravando las violaciones sistemáticas del Derecho a la Alimentación y a la Nutrición (DHANA) contra las que la organización, junto con otras OSC y movimientos sociales, ha luchado durante décadas. Es un momento crítico, que no repercute únicamente en las personas afectadas directamente por el virus, también lo hace sobre aquellos y aquellas impactados directamente por las consecuencias de las medidas puestas en marcha para evitar la propagación del virus.

El COVID-19 está dirigiendo al planeta hacia una emergencia sanitaria de alcance mundial que podría dar lugar a una crisis alimentaria y de derechos humanos mucho mas amplia. Se prevé que las actuales violaciones de los derechos humanos y las causas estructurales que subyacen tras ellas se intensifiquen aún más por el impacto de la pandemia y de las medidas puestas en marcha para contrarrestarla. Entre ellas, productores y productoras de alimentos a pequeña escala son dejados de lado en favor de la producción agroindustrial por parte de las empresas transnacionales; así como la falta de protección social de políticas de protección que ayuden a las personas más afectadas por una crisis de esta magnitud. Se prevén muchos más impactos que variarán según el país, su acceso a recursos e infraestructuras, así como su capacidad financiera y administrativa, entre otros factores.

Tal y como recogió el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) la semana pasada, la disponibilidad de alimentos, tanto a corto como a largo plazo, se ha visto afectada por la situación actual, tocando principalmente a las personas más vulnerables.

“El acceso a los alimentos también se ve comprometido, tocando principalmente a las personas con más posibilidades de perder su trabajo debido a la recesión, así como a los sectores de población más pobres, que serán los más perjudicados. Esta situación afectará también a la nutrición, ya que la población se verá obligada a cambiar su dieta por una más accesible económicamente, así como por productos de larga duración y alimentos envasados (menos nutritivos), reduciendo el consumo de frutas y verduras, que tienen una menor disponibilidad debido a las compras de pánico y a los cortes en el abastecimiento de productos. La estabilidad alimentaria se ve directamente comprometida a causa de la inestabilidad e incertidumbre de los mercados. Por último, con el aumento de las desigualdades, la población ve mermada su capacidad de decidir en su interacción con los sistemas de alimentación”, ha recogido en su declaración el CSA.


Mientras el COVID-19 sigue extendiéndose, varios/as miembros/as de la RGDHANA han identificado y rastreado los impactos de esta crisis en personas y comunidades. Asimismo, se están siguiendo de cerca las medidas adoptadas por gobiernos locales y nacionales que afectan negativamente al acceso, disponibilidad y sostenibilidad de los alimentos. En respuesta, se han identificado y desarrollado varias propuestas innovadoras y centradas en las personas para mantener el DHANA y otros derechos conexos en la situación actual.

El llamado a la acción ilustra tanto ejemplos negativos como innovadores y promueve una respuesta y seguimiento coordinado por parte de la red, junto a otras organizaciones, en un trabajo para contrarrestar el impacto del COVID-19 sobre el Derecho a la Alimentación y a la Nutrición y otros derechos conexos.

Puedes leer aquí el llamado.

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